Rubi es mi tesoro, la alegria de mi huerta. Lo encontré en septiembre de 2008, alguien le habia hecho un desastre en sus patitas cortandole las uñas más arriba de lo que debía. Llevaba collar, pero nunca nadie lo buscó. Era un gato con traumas, miedos y rarezas, no pude negarle la oportunidad. Yo ya tenía otro macho, Poti, luché tanto por tenerle que cuando me lo trajeron a casa no pude dejar de llorar. A día de hoy, despues de casi 7 años, sigo dando gracias cada mañana por poder disfrutar de su compañia. Poti tambien es de la calle.
Nunca he querido tener más gatos que Poti, porque así siempre he tenido hueco en casa para ayudar a otros que lo necesitasen, han pasado muchos por mi vida, Luna, Messi, Cuca, Nachi, Puxa.... pero todos han ido encontrando familia. A día de hoy, NO PUEDO MÁS.
El caso, a Rubi lo dí en adopción 2 veces, pero no salió bien, tuve que rescatarlo en ambas ocasiones, y al final, se agotaron las familias para él. Se llevaba bien con Poti, y parecia que en casa había armonía, si todo hubiese seguido así, no enviaría este email, Rubi es tan cariñoso y especial, que me encantaria tenerle siempre conmigo. Pero empezaron las peleas. Lo hemos intentado todo, castraciones, terapias (gracias a unas compis de Salvanos), medicina natural, dejar que se maten para ver si alguno dominaba al otro y se terminaba la historia.... Y NADA
sin embargo, los 2 se llevan bien con las gatas y con los perros, aunque no los conozcan.Sobre todo Rubi, parece que se identifique más con los perros.
Al final, dividí la casa, cocina, comedor, pasillo, y galeria para Rubi, y habitaciones y balcón para Poti. Los separan una puerta, y varias ventanas. Cuando vivia sola aprendía a vivir como en la pelicula de LOS OTROS, cerrando puertas y ventanas antes de abrir otra. Ya me parecía hasta normal.... Pero la vida sigue su curso y entró otra persona en nuestras vidas y en casa, a la que además de amargarle la existencia gritando siempre ¡¡¡¡¡¡la puerta!!!!! ¡¡¡¡¡la ventana!!!!!! ¡¡¡¡¡cuiado!!!!!!!!!, ha tenido que meterse en pelea de gatos para separarlos, y asumir que nuestra casa es así por triste que parezca. Otro nos hubiese dejado en menos que canta un gallo, y con razón.
Ellos han creado su habitat en esos espacios rediseñados, hace más de 6 meses que no se han encontrado, y juegan, ronronean...parece que han rejuvenecido.
Va a hacer 2 años que vivimos así, y en este tiempo, la familia ha aumentado, Kira, una perrita abandonada junto a su madre y sus hermanos, y Mia, una gata muertecita de hambre que vagabundeaba debajo de casa, y mi pareja no supo decirle que no.
Aún sin tener tiempo ni espacio en casa, hemos seguido ayudando a los que hemos podido, pero me está costando la salud. Esta en mi naturaleza ayudar a los que pasan por mi vida y lo necesitan, no sé asumir que el cupo está cubierto.
En menos de 1 años nos compramos una casita, es pequeña y no tiene distribucion como para dividirla en 2. No me importa tener una familia grande, al contrario, cada uno me aporta algo, y disfruto mucho de ellos; pero si no hay armonía sufrimos todos, y no creo que ni ellos ni nosotros lo merezcamos.
Algunos ya estareis cansados de oirme hablar de este tema, esto es mi día a día....tengo que seguir intentandolo. Seguro que de las 30 personas a las que le envio este email, alguno conoce a alguien que por un motivo u otro quiera adoptar a un gato, y no puedo dejar escapar las pocas oportunidades que puedan haber. O quizá, alguno de vosotros decida que puede tener a Rubi, es un gato que merece la pena conocer, yo y quien le conoce, podemos aseguraros que es así.
No tengo fronteras, es decir, me da lo mismo llevarlo a 600km de aqui, que a la vuelta de la esquina, siempre que vaya a estar como merece. Tiene miedo a la calle y a los espacios abiertos, por todo lo demás, es un gato recuperado.
Nunca he querido tener más gatos que Poti, porque así siempre he tenido hueco en casa para ayudar a otros que lo necesitasen, han pasado muchos por mi vida, Luna, Messi, Cuca, Nachi, Puxa.... pero todos han ido encontrando familia. A día de hoy, NO PUEDO MÁS.
El caso, a Rubi lo dí en adopción 2 veces, pero no salió bien, tuve que rescatarlo en ambas ocasiones, y al final, se agotaron las familias para él. Se llevaba bien con Poti, y parecia que en casa había armonía, si todo hubiese seguido así, no enviaría este email, Rubi es tan cariñoso y especial, que me encantaria tenerle siempre conmigo. Pero empezaron las peleas. Lo hemos intentado todo, castraciones, terapias (gracias a unas compis de Salvanos), medicina natural, dejar que se maten para ver si alguno dominaba al otro y se terminaba la historia.... Y NADA
sin embargo, los 2 se llevan bien con las gatas y con los perros, aunque no los conozcan.Sobre todo Rubi, parece que se identifique más con los perros.
Al final, dividí la casa, cocina, comedor, pasillo, y galeria para Rubi, y habitaciones y balcón para Poti. Los separan una puerta, y varias ventanas. Cuando vivia sola aprendía a vivir como en la pelicula de LOS OTROS, cerrando puertas y ventanas antes de abrir otra. Ya me parecía hasta normal.... Pero la vida sigue su curso y entró otra persona en nuestras vidas y en casa, a la que además de amargarle la existencia gritando siempre ¡¡¡¡¡¡la puerta!!!!! ¡¡¡¡¡la ventana!!!!!! ¡¡¡¡¡cuiado!!!!!!!!!, ha tenido que meterse en pelea de gatos para separarlos, y asumir que nuestra casa es así por triste que parezca. Otro nos hubiese dejado en menos que canta un gallo, y con razón.
Ellos han creado su habitat en esos espacios rediseñados, hace más de 6 meses que no se han encontrado, y juegan, ronronean...parece que han rejuvenecido.
Va a hacer 2 años que vivimos así, y en este tiempo, la familia ha aumentado, Kira, una perrita abandonada junto a su madre y sus hermanos, y Mia, una gata muertecita de hambre que vagabundeaba debajo de casa, y mi pareja no supo decirle que no.
Aún sin tener tiempo ni espacio en casa, hemos seguido ayudando a los que hemos podido, pero me está costando la salud. Esta en mi naturaleza ayudar a los que pasan por mi vida y lo necesitan, no sé asumir que el cupo está cubierto.
En menos de 1 años nos compramos una casita, es pequeña y no tiene distribucion como para dividirla en 2. No me importa tener una familia grande, al contrario, cada uno me aporta algo, y disfruto mucho de ellos; pero si no hay armonía sufrimos todos, y no creo que ni ellos ni nosotros lo merezcamos.
Algunos ya estareis cansados de oirme hablar de este tema, esto es mi día a día....tengo que seguir intentandolo. Seguro que de las 30 personas a las que le envio este email, alguno conoce a alguien que por un motivo u otro quiera adoptar a un gato, y no puedo dejar escapar las pocas oportunidades que puedan haber. O quizá, alguno de vosotros decida que puede tener a Rubi, es un gato que merece la pena conocer, yo y quien le conoce, podemos aseguraros que es así.
No tengo fronteras, es decir, me da lo mismo llevarlo a 600km de aqui, que a la vuelta de la esquina, siempre que vaya a estar como merece. Tiene miedo a la calle y a los espacios abiertos, por todo lo demás, es un gato recuperado.
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sari ts
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